Más allá del vaso de agua: La calidad del líquido que tomamos
En mi camino por entender los pilares de una salud óptima, he profundizado en temas que van más allá de lo evidente, y uno de esos tópicos es el agua. Esta reflexión surge de una pasión genuina y de horas de estudio y análisis sobre su importancia. De hecho, en el próximo Congreso organizado por Food for Life Institute by Monica Strauss, se abordará la esencia del agua desde múltiples ángulos: su relevancia para nuestro planeta, la influencia directa en nuestra salud, su papel en nuestra capacidad física, nuestra capacidad de movimiento y su papel en la salud oral, entre otros.
Cuando escuchamos hablar de hidratación, automáticamente pensamos en la cantidad de agua que debemos consumir. Sin embargo, en un mundo donde el bienestar y la salud están en constante evolución, surge un interrogante que pocos nos hacemos:
¿El agua que bebemos es realmente saludable?
El mito de la cantidad
A menudo se nos ha recalcado la importancia de beber, al menos, ocho vasos de agua al día para mantenernos hidratados. Pero, ¿qué pasa si esos ocho vasos de agua no nos están proporcionando la nutrición adecuada? La deshidratación, como bien sabemos, puede llevar a una serie de problemas de salud, desde problemas cognitivos hasta una condición llamada vagotonía. Pero aquí surge un punto novedoso: no se trata sólo de la cantidad, sino también de la calidad y de la capacidad de retenerla en el cuerpo.
Agua 'muerta': ¿Estás consumiendo realmente salud?
El agua en botellas de plástico que permanecen horas bajo el sol, o que se almacena en estanques de plástico, puede no ser tan beneficiosa como creemos. De hecho, la llamo"agua muerta" pues no contiene los nutrientes que nos debe de brindar para estar en un estado de hidratación ideal. Este tipo de agua puede carecer de los minerales esenciales que el cuerpo necesita y puede contener trazas de sustancias nocivas liberadas por los envases de plástico que llevan a problemas hormonales como infertilidad, endometriosis, PMS, entre otros.
Un agua de calidad no sólo debe de estar libre de contaminantes, sino que también debe ser rica en minerales y antioxidantes . Estos elementos son esenciales para que el agua hidrate y también nutra.
La próxima vez que te sirvas un vaso de agua, recuerda que no sólo estás saciando tu sed, sino también tomando una decisión sobre tu salud y bienestar. Asegúrate de que esa decisión esté informada y alinee tu consumo de agua con tus objetivos de salud.