¿Es la metformina realmente la solución?

La metformina y la diabetes tipo 2: ¿Un matrimonio perfecto o hay más por descubrir?

La metformina es uno de los fármacos más empleados para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2). Según las guías de la American Diabetes Association y la European Association for Study of Diabetes, se considera el tratamiento de primera línea para los pacientes con DMT2. Veamos cómo este medicamento puede brindar valor a diferentes aspectos de la salud.

Metformina: Una aliada contra la glucosa descontrolada

La metformina, actúa disminuyendo la glucemia y cuenta con varios mecanismos de acción. Ayuda a reducir la producción hepática de glucosa, disminuye la absorción de glucosa y mejora el efecto de la insulina en el cuerpo, una hormona esencial para regular los niveles de glucosa.

Descubre su impacto en tu salud

Además de su eficacia en el control de la glucosa, la metformina ofrece diversos beneficios para la salud. Algunos de ellos son:

-Disminuye la absorción de glucosa intestinal.

-Mejora la recaptación de glucosa periférica.

-Reduce la concentración de insulina plasmática en ayunas.

-Aumenta la sensibilidad a la insulina.

Estudios recientes han explorado el potencial de la metformina en otras indicaciones, como el tratamiento del cáncer, el envejecimiento, la protección cardiovascular y neurológica, así como su uso en el síndrome de ovario poliquístico.

Equilibrio entre beneficios y riesgos: Las advertencias de la metformina

Si bien la metformina tiene pocos efectos secundarios adversos, es importante tener en cuenta algunas consideraciones. Los efectos secundarios leves pueden incluir diarrea, náuseas, dolor de estómago, acidez y gases. Sin embargo, los efectos secundarios graves, pueden incluir hipoglucemia (azúcar baja en la sangre) y acidosis láctica. Esta última es una emergencia médica que requiere atención hospitalaria y se presenta con síntomas como cansancio, debilidad, dolor muscular inusual y problemas respiratorios.

Recuerda que el uso de metformina debe ser supervisado por un médico y no se debe modificar la dosis sin su recomendación.

Redescubre el poder de tus elecciones diarias

Es esencial recordar que muchos de los padecimientos mencionados anteriormente están relacionados con hábitos de vida poco saludables. Adoptar una alimentación equilibrada, evitar alimentos industrializados, reducir el consumo de azúcares y harinas refinadas, mantenerse activo físicamente y gestionar el estrés son pilares fundamentales para mantener un estado óptimo de salud.


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Con lo que te nutres Sí importa
— Monica Strauss

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