Parte 2: Dormir Bien Comiendo Bien: El Poder de la Alimentación Nocturna en tu Sueño
Para nosotros dentro Food for Life Institute, la salud integral es fundamental para ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida.
Dentro de la medicina, nutrición y psicología la homeostasis, la relajación y el estado de tranquilidad son aspectos que no podemos olvidar y existen diversos factores, que no han sido considerados para diagnosticar y tratar a las personas.
Un aspecto, que hoy está tomando importancia es el sueño, y dentro de este tema hay una infinidad de aspectos que contribuyen a que el sueño sea un factor de salud o de desequilibrio.
Dentro de los diplomados y consultas que imparto, el sueño es un factor que estudiamos y abordamos en todas sus aristas. Mis alumnos continuamente me preguntan que cuál es la razón por qué cenar tarde puede afectar la eficiencia de nuestro sueño y es por eso que hoy te quiero dar una razón más contundente, más que sólo afirmarlo.
Cuando nos alimentamos, nuestro sistema digestivo se activa y se prepara para descomponer y procesar los nutrientes. Este es un proceso que demanda energía y actividad metabólica, es por eso que, si consumes alimentos justo antes de acostarte, mantienes a tu sistema digestivo en un estado de "vigilia" y en plena actividad, mucho después de que te hayas ido a la cama.
Nuestro sistema digestivo, trabajando a toda máquina, libera enzimas digestivas e incrementa el flujo sanguíneo hacia el tracto gastrointestinal para facilitar la absorción de los nutrientes. Estas respuestas fisiológicas pueden provocar una elevación en la temperatura corporal y en la tasa metabólica, generando un estado de mayor alerta y activación que puede interferir con nuestro natural tránsito hacia el sueño. Además, si consumes alimentos pesados o con alto contenido de grasa durante la noche, esto puede prolongar el proceso de digestión, retrasando aún más la entrada de tu cuerpo a un estado de descanso y relajación.
Estudio Revelador: Comer Tarde y su Impacto en tu ciclo circadiano
Un estudio realizado en 2020 encontró que cuando los participantes comían dentro de las tres horas previas a la hora de dormir, tendían a despertarse con más frecuencia durante la noche, lo que se traducía en un sueño de peor calidad y más interrumpido.
El proceso de comer y digerir alimentos no sólo afecta nuestro sueño en el sentido más inmediato, sino que también tiene implicaciones para nuestro ritmo circadiano, (tema que toqué en el artículo anterior) ese reloj interno que regula los patrones de sueño y vigilia.
Consejos para una Mejor Higiene del Sueño: Cenar a Tiempo
Por eso, para mantener una buena higiene del sueño, es aconsejable cenar al menos dos horas antes de ir a la cama. Esto permite que el proceso de digestión no interrumpa nuestra progresión natural hacia el sueño, permitiendo un descanso más tranquilo y reparador. Así que la próxima vez que pienses en merendar justo antes de acostarte, recuerda: tu sueño te agradecerá que le des tiempo para realizar sus funciones sin interrupciones. Entre dos y tres horas es lo ideal y recuerda que no debes de dormirte muy tarde.
Recuerda que ¡con lo que te nutres Sí importa!