El arma de doble filo del cortisol

Las maravillas del cortisol

El cortisol es una hormona producida por los glándulas adrenales y está relacionada al ciclo circadiano, así como a las amenazas que se presentan que nos ponen en riesgo. El cortisol es activado por el sistema nervioso cuando nos sentimos en peligro ante una amenaza que puede ser real o imaginaria.

Históricamente ha sido una respuesta de la humanidad para la protección contra depredadores e inclemencias del ambiente que nos ponen en peligro a nosotros y/o a nuestra familia.

El organismo está diseñado para manejar una cantidad de estrés tanto químico, fisiológico, tóxico y psicológico con procesos internos, así como con hábitos de vida como la meditación, la comunión con la naturaleza, tener una comunidad sana, la actividad física, etcétera.

Sin embargo… los demonios del estrés

Sin embargo, cuando el estrés rebasa esta capacidad de tolerancia por la cantidad o el tiempo en el que se presentó, es cuando, en lugar de ser una defensa, se vuelve un gatillo que desemboca en procesos inflamatorios y provoca una cascada de citoquinas (células que dan la respuesta inflamatoria en todo nuestro organismo).

Como ocurre casi con todo: el veneno está en la dosis, no en la sustancia. El exceso de cortisol nos juega en contra. Cuando los factores estresantes no desaparecen y se vuelven crónicos, nuestro cuerpo se sobreexpone a esta hormona, por lo que sus efectos, antes favorables, se vuelven negativos.

Los síntomas de estrés crónico es, por lo tanto, un exceso de cortisol, lo que se refleja en fluctuaciones en cambios de ánimo, dolores de cabeza, musculares, trastornos del sueño, del peso, «niebla cerebral», ansiedad y depresión, enfermedades autoinmunes, cáncer y problemas cardiovasculares, entre otros.

Los químicos en los alimentos como fertilizantes, pesticidas, colorantes o edulcorantes, también son factores que generan estrés en el organismo, ya que no se pueden digerir y no sirven para nutrir.

¿Qué podemos hacer ante este panorama?

El estilo de vida actual y sus efectos en la salud son a veces incontables. Nos vemos bombardeados con causas y remedios y sin tener la información adecuada es que empezamos a tomar decisiones equivocadas y desinformadas.

Se trata de volver a los orígenes, se trata de regresar a nuestra intuición, a las señales de nuestro cuerpo. Volver a aprender a alimentarnos y nutrirnos, reaprender a tener actividad física, y sobre todo, volcarnos hacia nuestra vida espiritual, a nuestro interior y todo aquello que tuvo un impacto en nuestra vida emocional que puede ser una causa nuestro estrés actual de estrés.

Se trata de volver escucharnos, cuidarnos y de cuidarnos bien. Los grandes cambios no requieren necesariamente usar mucho tiempo o dinero, sino tener conocimiento, voluntad y convicción. En Food For Life tenemos recursos académicos y prácticos para que inicies una vida basada en la nutrición integral, consciente: una psiconutrición.

Aprende sobre temas que impactan tu salud y descubre cómo tener el control de tu bienestar.

¡Explora nuestros programas en Food For Life Institute y comienza tu viaje hacia una vida más saludable y consciente!


Con lo que te nutres Sí importa
— Monica Strauss

Siguiente
Siguiente

Cuando aprendí a ser alquimista (Parte 2)